Poema nº 20 (reloaded)

Puedo escribir los versos más desesperantes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «El aula es un quilombo,
y gritan, aturden, los rompebolas, a lo lejos».
Las chicas del fondo bailan y cantan.
Puedo escribir los versos más desesperantes esta noche.
Yo quise estar en Arte, y a veces no me arrepiento.
En días como éste llego hasta el hartazgo.
Lo esperé tantas veces mientras buscaba mi camino.
Arte me quiso, a veces yo también lo quería.
Cómo no haber enfrentado sus milenarios estereotipos.
Puedo escribir los versos más desesperantes esta noche.
Pensar que no lo tengo. Sentir que lo he perdido.
Oír el silencio inmenso, más inmenso con ellos.
Y el llanto cae al alma como las jodas al gringo.
Qué importa que mi amor no pudiera salvarlo.
El día está nublado y Arte está perdido.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberlo perdido.
Como para acercarlos mi mirada los busca.
Mi corazón los busca, y ellos joden a gritos.
El mismo grado que saca fotos y se maquilla, usa uñas postizas.
Nosotros, los de noveno, ya no somos los mismos.
Ya no lo quiero, es cierto, pero cuánto lo quise.
Mi voz buscaba a Arte para escribir mis libros.
De otros. Será de otros. Como siempre cuando los veo.
En su reino de ignorancia, sus fotos vanas (Sus ojos mirando al piso).
Ya no lo quiero, es cierto, pero tal vez lo quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el martirio.
Porque en días como éste soñé con cambiarlo,
Mi alma no se contenta con haberlo perdido.
Aunque éste sea el último dolor que Arte me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

y para los que conocen al original, o solo quieren deleitarse, he aqui el verdadero poema nº 20